Emiliano Zavala Arias
En estos días la opinión sobre la consulta popular ha estado a la rebatinga, unos a favor y otros en contra; “chairos” contra “fifís”, AMLOvers frente a los que detestan al actual presidente de nuestro país. No vengo aquí a poner en un pedestal a nadie, ni a tirarlo al piso. Si más allá de la continua lucha de mentiras y difamaciones entre partidos políticos buscas saber si la consulta popular sirve de algo o no, aquí no encontrarás la respuesta.
¿Quién soy yo para hablar de politología o del derecho? A penas y sé lo que es votar. Nunca he participado en alguna campaña política o para algún proceso del INE, ni he investigado quién es mi representante de distrito, ni he leído libros de derecho, ni recuerdo mucho sobre la constitución mexicana; para lo que sí soy bien bueno es para quejarme. Por esto no soy el indicado para predecir el futuro de la consulta popular, sino para hacer consciencia de lo que está al alcance de mis palabras, dentro de la consulta popular.
Lo primero que me hace desconfiar de quienes la critican es que solamente es un argumento más para devaluar al otro. ¿O es que soy el único que está harto de verlos pelearse entre ellos? En lugar de buscar soluciones en los debates. Aquí no vengo a hacer promoción a ningún partido político egoísta, porque me habrán ganado el día que olviden sus banderas y sus uniformes para trabajar juntos por el bien del pueblo; no mientras sigan gritando más fuerte para hacer callar al otro.
El silencio impuesto es de los castigos más crueles; citando los diarios de Pizarnik “Si no me escribo, soy una ausencia”, igualmente si no me nombro... Callar a otro es igual a apagar la voz ajena, es el equivalente a matar. Porque a los muertos en nuestro país los matan dos veces, una física y otra simbólica, cuando en los diarios se omiten sus nombres, cuando se vuelven un número más, una desgracia más que va al fondo del saco de noche de los gobiernos corruptos.
En el texto zapatista Por qué Sí a la Consulta y Sí a la pregunta, que dejaré más abajo, se habla de la importancia de reconocer la incertidumbre, la perenne búsqueda de justicia de miles de mexicanos víctimas de los gobiernos autoritarios, violentos y corruptos. La consulta no es una lucha entre quién tiene la razón, o sí algún presidente tuvo la bondad de brindarla. Se trata de darle un lugar a quienes les fue arrebatada la voz, el aliento; de apoyar a los deharrapados.
“¿No sería bueno que las Madres Buscadoras de Desaparecidos en Sonora, las Rastreadoras de El Fuerte, Sinaloa, las madres de los Yaquis secuestrados, los desplazados de Pantelhó, las familias de desaparecidos en Guerrero, Guanajuato, Veracruz, Baja California Sur, Querétaro, Jalisco, Coahuila, Morelos y casi cualquier estado de la República Mexicana, así como los familiares de los migrantes inmolados en México, los familiares de los desaparecidos de Ayotzinapa, se encontraran con… “
S.G. (2021, julio). Por qué Sí a la Consulta y Sí a la pregunta. Enlace Zapatista. http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2021/07/25/por-que-si-a-la-consulta-y-si-a-la-pregunta/?fbclid=IwAR0a0tlzzTua7l8a-h1x4UiLit8740OOR7HGimAC21QHhhmVkmbteurLngk
¿No sería bueno que las vícitimas se encontraran con el apoyo de los demás mexicanos?
Por otra parte, un amigo mío, Jorge Isaac Serranía, publicó una de las jornadas de dialogo que desencadenó esta consulta popular; señalando que más allá de dar una narrativa política le parecía rescatable el haber abierto una ventana de discusión. Pude ver la conferencia y lo que más me llamó la atención fueron las 5 razones para decir sí a la Consulta Popular por parte de la Dra. Irma Méndez de Hoyos.
“No quiere decir que no esté partidizada (la Consulta Popular), y que la sociedad politizada y partidizada es la que seguramente va a llegar a las urnas. El problema no es que esté partidizada, es que han monopolizado la política y la política es mucho más amplia que los partidos, no cabe en los partidos políticos.”
Este me parece el punto más fuerte de su discurso. El problema de la política en México es que no participamos de ella los ciudadanos comunes, los que no somos agentes políticos. Salimos a votar cada que nos dicen que salgamos, o cada que nos dicen que no votemos nos sentimos aliviados de tal “responsabilidad”. Por eso yo no pretendo con este ensayo decirte qué está bien o qué está mal, sino mostrarte mi punto de vista, tal vez el enfoque de esta consulta no es el indicado, sin embargo si representa una herramienta a futuro que podamos ir perfeccionando.
Lo que rescato de esta consulta es que el futuro de ella también depende de nuestra participación, de la manera en que la llevemos a cabo y nos hagamos responsables del país en el que vivimos, trabajamos y soñamos; el cómo llevemos a cabo ésto es cosa de cada quién, si queremos seguir con la maestría en opinólogo y quejumbrología, olvidándonos de hermanas y hermanos caídos, de mujeres violentadas, de niños acosados, será cosa de nuestro inconsciente. Al menos por esta vez, me interesé en la política de mi país y me sentí abrumado por la expectativa; que al volverla consciente mediante estas palabras para su lectura, logré sacar adelante y dar un sentido político a la comunión entre la voz de los muertos, y el silencio de los vivos.
Texto Zapatista:
S.G. (2021, julio). Por qué Sí a la Consulta y Sí a la pregunta. Enlace Zapatista. http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2021/07/25/por-que-si-a-la-consulta-y-si-a-la-pregunta/?fbclid=IwAR0a0tlzzTua7l8a-h1x4UiLit8740OOR7HGimAC21QHhhmVkmbteurLngk
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